Emisiones de mercurio causadas por la actividad humana: nuevos hallazgos
Las últimas investigaciones científicas revelan conclusiones alentadoras sobre la reducción de las emisiones de mercurio, uno de los contaminantes más peligrosos, que entra en la atmósfera como un subproducto de las actividades humanas. Los análisis han mostrado que durante el período de 2005 a 2020, la concentración de mercurio en la atmósfera disminuyó aproximadamente un 10%, contrario a lo que los inventarios globales de emisiones indicaban a través de sus estimaciones. Estos descubrimientos se basan en datos recolectados de 51 estaciones de monitoreo de mercurio atmosférico en el hemisferio norte, y los investigadores emplearon métodos avanzados de modelado para entender mejor qué causó esta tendencia positiva.
Aunque los inventarios globales estiman las emisiones de contaminantes basándose en tasas de emisión promedio que incluyen actividades como la quema de carbón o la minería de oro, estos modelos a menudo no tienen en cuenta las mediciones reales provenientes del terreno. Esto resalta la necesidad de un monitoreo constante de datos reales para mejorar los modelos de predicción y las políticas para las futuras emisiones. Tales resultados tienen importantes implicaciones para los científicos y los responsables políticos que buscan obtener mejores perspectivas sobre las tendencias globales de contaminación y la salud de nuestro planeta.
¿Qué mostraron los resultados del monitoreo?
Los estudios han demostrado que la reducción de la concentración de mercurio en la atmósfera está probablemente relacionada con menores emisiones de fuentes humanas, incluyendo la reducción del uso de mercurio en procesos industriales, avances en el control de la contaminación y la transición a fuentes de energía más limpias. Por ejemplo, una reducción significativa en el uso de mercurio en la minería de oro a pequeña escala representa un paso importante hacia la disminución de las emisiones globales. La minería de oro, especialmente en áreas subdesarrolladas, utiliza mercurio para extraer oro del suelo, lo que contribuye a un gran porcentaje de las emisiones totales de mercurio a la atmósfera.
Aunque la Convención de Minamata, un tratado internacional firmado en 2013 con el objetivo de reducir las emisiones de mercurio, fue un paso clave hacia adelante, los datos reales indican que las emisiones están disminuyendo incluso más rápido de lo que algunos inventarios globales habían supuesto. Sin embargo, todavía existen desafíos en la modelización precisa de las emisiones de mercurio debido a las propiedades específicas de este metal. El mercurio es el único metal que es líquido a temperatura ambiente, lo que significa que entra fácilmente en la atmósfera y puede ser reemitido desde "reservorios" naturales como los océanos y el suelo. Estos factores hacen que la estimación precisa de las emisiones de mercurio sea más compleja.
Métodos de investigación y desafíos en la modelización
Los científicos en este estudio utilizaron dos métodos principales de modelización de emisiones: modelización de caja biogeoquímica y modelización de transporte químico. Ambos métodos permitieron a los investigadores llevar a cabo miles de simulaciones para evaluar diferentes escenarios de emisiones y entender mejor el impacto de las variaciones meteorológicas y regionales en la concentración de mercurio en la atmósfera. Aunque los resultados de estos modelos sugirieron varios factores posibles, la reducción de las emisiones de fuentes humanas fue la razón más probable para la disminución del mercurio atmosférico registrado.
Sin embargo, los inventarios globales todavía muestran discrepancias en las estimaciones de emisiones. Una de las razones de esta discrepancia puede ser la falta de datos de ciertos países, especialmente aquellos donde la minería de oro ocurre en áreas remotas y de difícil acceso. Además, las estaciones de monitoreo de mercurio atmosférico son menos desarrolladas en comparación con las que monitorean otros contaminantes como el metano, lo que complica el seguimiento preciso de las tendencias globales de emisiones.
La necesidad de un monitoreo a largo plazo
Los resultados de este estudio enfatizan la importancia del monitoreo a largo plazo de las emisiones y el establecimiento de más estaciones de monitoreo de mercurio en todo el mundo. Los científicos también señalan que se necesita más investigación para una mejor estimación de las emisiones de productos que contienen mercurio, como termómetros u otro equipo. Estos productos, cuando se desechan, pueden liberar mercurio en la atmósfera durante largos períodos, complicando aún más el seguimiento de las emisiones.
En el futuro, se espera una colaboración internacional entre científicos que permita una mejor estimación de las emisiones y ayude a alcanzar los objetivos globales para reducir la contaminación por mercurio. A la luz de los resultados hasta ahora, el optimismo está creciendo en que las emisiones continuarán disminuyendo, pero se necesita más trabajo para asegurar una reducción continua de las emisiones de mercurio y una mejor protección de la salud humana y el medio ambiente.
Fuente: Massachusetts Institute of Technology
Hora de creación: 10 octubre, 2024
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